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10. El Dilema del Colibrí

Actualizado: 11 ene 2021

Sonaban tambores de guerra en la Sagrada Selva. Esto sucedía cuando se detenía el debate eterno entre los animales y había disgustos que resolver.


Como siempre, los revolucionarios exigían cambio total. Cero reglas en este campo. Pura revolución, demagogia, balaceras y saqueos.


Los políticos luchaban por el poder, un poder que no existía puesto que no había un gobierno que gobernara.


Los empleados públicos querían seguir en sus puestos como borregos políticos devengando salarios, e ignorando los problemas sociales y económicos


Los agricultores y empresarios querían estabilidad para poder producir, comprar y vender con ganancias.


La población en general quería trabajar y vivir en paz y tranquilidad sin tanta regulaciones que solo atrasan y obligan a pagar impuestos leoninos.


Los universitarios y la juventud romántica e inquieta vivía atrapada entre los cantos de sirena de la mística revolucionaria, y el sueño consumista de poseer casa, carro, hijos, y más, publicitado en la TV, radio, películas, redes, hasta la saciedad.


Cuando el no-tener motiva hacia el cambio y el tener hacia la estabilidad, cómo aprender a tener sin poseer?, se hacía uno de los dilemas eternos. También, cómo aprender a vivir sin contaminar y sin destruir nuestro espacio vital, nuestro planeta? Había un desorden total mental entre los animales sobre lo que es verdaderamente importante versus el inmediatismo consumista innecesario y dañino.


  • "Ya hemos cambiado el curso de nuestro planeta hacia el calentamiento global y no pareciera importar mucho! gruñó el armadillo.

  • "Cómo educar hacia un cambio en un mundo que pelea por la estabilidad cuando vivimos en un estado de flujo continuo?}" pregunta el cuervo con un graznido, pasando por alto esta importante interrogante que nadie pareció entender.

  • "La necesidad es motor hacia el cambio, y la satisfacción es fuente de estabilidad o de no-cambio. Queremos cambiar? Es necesaria la necesidad?" pregunta cantinfleando el búho quien parecía coordinar la reunión. "Cual es el punto de equilibrio entre necesidad y satisfacción? continúa preguntando el búho.

  • "La necesidad es necesaria" gruñó solemnemente el jaguar, "para tener satisfacción" y suspiró, y se queda viendo al Chancho d'Monte, pegando un sonoro lengüetazo en su cachete.

  • "Si!" silba la ardilla que nunca se cansa en acumular nueces, "es necesaria es necesaria, es necesaria...." y continua acumulando nueces.

  • "No!" Brinca el venado todo flaco y temeroso, "no hay necesidad de matar por puro gusto como lo hace el jaguar, debe haber un límite... ya ni puedo salir a comer en los claros porque me come el jaguar."

  • La gallina abriendo su alas para acobijar a sus pollitos cloquea: "yo vivo picoteando todo el tiempo, por aquí y por allá, por necesidad, solo me detengo cuando me le corro al gallo que siempre me alcanza, y nunca tengo satisfacción. Así no se puede, esto no es vida…."

  • "No es justo que un 1% de los animales posean el 90% de toda la riqueza en la Selva." grita la lora que todo oye en casa de los humanos y luego lo repite entre los animales.

  • " Quién es el dueño de la Selva Sagrada?" gorjea el zopilote que todo lo ve desde lo alto, "porque nunca lo veo por aquí…," termina diciendo.

  • "Dicen que son los humanos animales que contaminan, queman, destruyen, consumen, y acaban con todo", compartió el Quetzal, el único que quedaba de su especie.

  • "Y no es que los humanos son más conscientes y inteligentes?," pregunta cantando el colibrí...

Todos quedaron mudos, callados, parecía que ninguno podía resolver esa contradicción, este tremendo dilema que presentó el colibrí.


(continua 11)




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© 2020 Alejandro Bolaños Davis
 

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