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17. Ejercicios de relajación y meditación — escaneándonos

Ahora que estamos todos en casa, el estrés puede estar afectándonos. Estar encerrados, incómodos, aburridos, con ganas de salir sin poder hacerlo, produce estrés. ¿Cómo atendemos esta situación?


Todos los ejercicios de relajación, meditación y visualización deben hacerse en un lugar cómodo donde no tenga interrupciones.


Es recomendable iniciar estos ejercicios escaneándonos y hacer consciencia de cómo estamos. Muchas veces no nos damos cuenta que estamos siendo afectados por la tensión o el estrés y nos acostumbramos a ella. Las cosas que experimentamos en nuestro cuerpo casi siempre tienen su origen en la dimensión emocional. Los síntomas físicos que sentimos son indicadores de problemas emocionales, espirituales o de comportamientos que debemos atender. Una buena meditación requiere que relajemos nuestro cuerpo y que estemos tranquilos. Sintonizarnos con nuestro cuerpo puede tomar un poco de práctica. Veamos.


Escanéate en un minuto

Encuentra un lugar donde puedas sentarte o acostarte confortablemente sin que nadie te moleste. Descubre tensiones en tu cuerpo. Haz el siguiente ejercicio con los ojos cerrados. Comienza con la cabeza. Pregúntate:


· ¿Tengo el entrecejo fruncido?

· ¿Mis párpados están apretados y semi-cerrados?

· ¿Mi quijada está apretada?

· ¿Mis labios están tensos?

· ¿Mis hombros encogidos?

· ¿Mi espalda baja tensa?

· ¿Siento mariposas en el estomago?

· ¿Mis brazos están tensos?

· ¿Mis manos están sudadas o empuñadas?

· ¿Mis piernas están tensas?

· ¿Mi pié está quieto?

· ¿Tengo los dedos del pié doblados?

· ¿Siento incomodidad o tensión en alguna otra parte de mi cuerpo?


Respira tu Tensión


Respirar correctamente es una forma sencilla de reducir la tensión y el estrés. La respiración te relaja. La respiración provee oxigeno y elimina toxinas del cuerpo, especialmente el dióxido de carbono de la sangre. Recordemos que los pulmones no tienen músculos, y que es el diafragma el músculo que usamos para respirar.


El diafragma separa la cavidad pectoral de la abdominal y funciona como un piso flexible de nuestros pulmones. Cuando inhalamos el diafragma se aplana hacia abajo creando mas cavidad en el pecho para que los pulmones se llenen. Cuando exhalamos el diafragma regresa a su forma original de campana. La respiración abdominal o usando el diafragma es la más efectiva para cambiar oxigeno por dióxido de carbono.


El diafragma funciona automáticamente, pero podemos abortar su funcionamiento correcto cuando estamos bajo estrés y allí viene el problema. Interferimos con el intercambio efectivo de gases en nuestro sistema, lo que produce mayor tensión, mayor fatiga, y mayor estrés. Cuando estamos bajo estrés la respiración se acelera y se achica en profundidad, y ello hace que:


  • Menos oxígeno llegue a la corriente sanguínea.

  • Se contraen los vasos sanguíneos

  • Menos oxígeno llega al cerebro

  • El corazón late mas rápido y se sube la presión

  • Sentimos mareo, temblores y más tensión.


Evalúa cómo respiras

  1. Acuéstate boca arriba

  2. Pon tu mano derecha en tu estómago y tu mano izquierda en tu pecho


Adquiere conciencia de cómo respiras. Mira si tu respiración es lenta, fluida, y regular. Si es así, entonces la mano en tu estómago deberá subir y bajar rítmicamente. La mano en tu pecho deberá moverse muy poco, y si se mueve deberá hacerlo inmediatamente después de la mano que tienes en el estómago.


Ejercicios de respiración, sentado confortablemente, acostado o de pie.


  • Inhala por la nariz y cuenta hasta 3, exhala por la boca y cuenta hasta 4. Toma una pausa y hazlo de nuevo por 5 minutos.

  • Respiración ZEN: acostado boca arriba, pon una mano en el ombligo y la otra en el pecho... Relax... aparta las tensiones. Inhala por la nariz primero llenando la parte baja del pulmón, luego la media y finalmente la alta. Siente tu diafragma moverse hacia abajo. Observa la mano en tu abdomen moverse y la del pecho muy poco. Exhala lentamente haciendo un pequeño sonido cuando el aire pasa por tus labios y observa la mano del abdomen caer. Haz una pausa y repite el ciclo.

  • De pie: cuando estamos bajo estrés tendemos a enconcharnos. Esto afecta la respiración profunda y reduce la cantidad de oxigeno. Por lo tanto los músculos se tensan más. Si nos ponemos de pie correctamente y sacamos el pecho revertimos el proceso.


El bostezo típicamente se asocia con el aburrimiento, pero puede significar algo más. Al bostezar podemos estar manifestando estrés. El bostezo alivia el estrés. Al bostezar inhalamos mas oxigeno y revitalizamos nuestra sangre. Bostezar con sonido ayuda a aliviar el estrés. No reprimamos este arte.


Espero haya sido útil. Compártelos.

En los siguientes blogs presentaré nuevos ejercicios.



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© 2020 Alejandro Bolaños Davis
 

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