33. ¿Quieres Crecer en tu Liderazgo Interno?
- Alejandro Bolaños Davis
- 9 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Liderazgo es hacer camino nuevo donde nunca antes se había caminado. Liderazgo Interno es atenderte a vos mismo con integridad para ser mejor.
El líder es generador de energía positiva, cualquiera puede serlo y cuando crees que lo eres, lo eres. Deja de resistir a tu ser-generador de energía y siente el poder que otros también pueden percibir y sentir cuando eres líder generador de energía positiva.
El líder no opera en “el juego del poder”, más bien es fuente de poder e inspiración para que cada quien asuma su propio poder y liderazgo. La fuente es donde emerge la creatividad y la vida nueva.
La integridad te permite establecer una verdadera conexión auténtica con la gente. Sin integridad no existe una relación sana sino un enredo insano donde la libertad de las partes se reduce.
La integridad simplifica. Si siempre dices la verdad nunca tendrás que recordar lo que dijiste. ¿Eres auténtico contigo mismo, y con los demás? ¿Cúmples tus compromisos?
La integridad elimina el estrés por completo.
Atiende todas esas partes tuyas que evitas e ignoras. La única forma en que puedes crecer es practicando con integridad el aumentar tu conciencia y arrojando luz sobre las partes oscuras de tu psique de las que eres inconsciente, para que las veas.
A estas partes oscuras de la psique le llamamos sombra, todos tenemos una y nunca dejaremos de tenerla. Por lo tanto, no se trata de tratar de "arreglar" o deshacerse de esas partes de vos mismo, es precisamente ésta la mentalidad “arreglista” que le da más poder a esas partes tóxicas en vos.
Más bien, ¿cómo puedes hacer que sea una práctica sentarte con todos los aspectos "feos" y más oscuros de tu ser? ¿Cómo puedes infundir esas partes de vos con tu presencia y llenarlas de amorosa conciencia para regresar esas energías a su fuente? Regreso a ver el blog 28 en el que sufres una ofensa.
Naciste sin nombre, tu nombre fue puesto por tus padres, tu eres otro distinto a tu nombre. Pudiste nunca haber tenido nombre y siempre existirías. Tu puedes no identificarte con el nombre y ser espectador de vos mismo y así te separas de la ofensa y llevas tu yo a observar esa energía que se produjo en tu mente. Es una manera de verte a vos mismo en la acción. Esta energía proviene de tu fuente. Está en caliente para recorrerla hacia su origen.
Y al llegar allí, la energía la mezclas nuevamente con la fuente original de donde emergió. No la estás ni expresando o disipando, ni suprimiendo o reprimiendo, sino, regresándola a su origen, con maestria. Al regresarla no hay necesidad de expresar ni de suprimir nada. Estás como si nada hubiese pasado. Es practicando esas cosas que eres capaz de transmutar, esas partes o energías que neutralizas y la reintegras en tu ser, con vigor, sin perderlo, y así, volverte más poderoso y completo.
Este también es un buen momento para reflexionar sobre lo que necesitas soltar y abandonar en tu ser interior que ya no te sirve, porque no es un apoyo para la vida o la transformación.
Para nacer en quien se supone que eres, para vivir tu diseño original, es necesario seguir muriendo a tus viejas y afianzadas ideas de quién crees que eres, para empezar a vivir lo que en verdad eres.
Ejercicio
Siéntate con papel y libreta en mano y escribe tus actitudes y comportamientos que necesitas soltar y abandonar para ser más efectivo como líder.
Reflexiona sobre cómo quieres que sea cada una de esas actitudes y comportamientos sin esos bloqueos. Describe.
Visualízate interactuando correctamente, y lo que harás, para interrumpirte a vos mismo si estas por recaer, que esa energía tóxica no se manifieste y que la puedas retornar a tu fuente para no perderla.
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“Caminante no hay camino, se hace camino al andar, y al volver la vista hacia atrás, haz de ver la senda que nunca más volverás a pisar”. Antonio Machado
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